Diarrea aguda de posible origen infeccioso en un paciente incontinente o que utilice pañales.
Diarrea de adulto con una historia reciente de uso de antibióticos.
Pacientes que presentan una infección de la piel, herida o urinaria con un ingreso reciente en un hospital.
Abscesos o heridas que no puedan ser cubiertas.
Una vez confirmado el diagnóstico, en las siguientes infecciones o situaciones:
En pacientes con sospecha o confirmación de:
Abscesos: hasta que dejen de drenar.
Colitis por clostridium difficile
Conjuntivitis aguga viral.
Gran úlcera de decúbito
Herpes zoster diseminada.
Gastroenteritis.
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